Frialdad en la relación. ¿Cómo es Vivir con una pareja alexitímica?

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La palabra alexitimia procede del griego y significa, etimológicamente, ‘ausencia de palabras para expresar las emociones o los sentimientos’.

Las personas alexitímicas aman, se enamoran, sienten, tienen sentimientos, son felices, se emocionan y sufren al igual que cualquier otra persona. Sin embargo, y ahí reside el auténtico problema, son incapaces de expresar aquello que sienten y, a su vez, tampoco entienden los códigos emocionales de quienes les rodean.

Se puede decir, que las personas que padecen esta condición psicológica que muchos definen como un desorden neurológico y otros como un trastorno psicológico con condicionantes sociales, se enamora, pero no saben cómo amar.

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De ahí, que en este tipo de relaciones afectivas habite la frialdad, la soledad y ese vacío afectivo donde se echan en falta palabras, miradas y los nutrientes emocionales más básicos.

Vivir con una pareja alexitímica puede ocasionar un gran sufrimiento, ya que en estos lazos afectivos la empatía suele ser la gran ausente. Asimismo, es común que uno de los miembros eche en falta esa conexión genuina en la que los sentimientos se validan, desde la que construir una intimidad auténtica a través de las palabras que nutren y de esos gestos cómplices donde las emociones bailan.

Soledad, incertidumbre, incomprensión. Estos y otros sentimientos son los que experimentan esas personas que comparten vida con un alexitímico.

Si socialmente este hecho trae más de una limitación, a nivel afectivo la alexitimia es altamente problemática. Tal y como revela un estudio llevado a cabo en la Universidad de Missouri-Columbia por el doctor Nestor Fry-Cox, la alexitimia podría estar detrás de una buena parte de las rupturas entre parejas.

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Y es que se estima que casi el 10% de la población podría padecer este déficit comunicativo emocional, siendo especialmente común entre el género masculino.

Vivir con una pareja alexitímica supone un desgaste en todos los sentidos. Lo es, en primer lugar, porque a menudo ninguno de los miembros es consciente de que en esa relación habita un tercer habitante: el propio trastorno psicológico o la alteración neurológica.

Se dice esto último porque en la actualidad aún no existe consenso sobre el tema y también porque son muchas las personas que no saben a qué se debe su incapacidad para expresar y comprender las emociones.

Fue en 1972 cuando el psiquiatra Peter Sifneos describió por primera vez esta condición. Desde entonces hasta ahora, se conoce que la alexitimia podría estar relacionada con una alteración del sistema límbico. También, que no tiene nada que ver con la personalidad psicopática, es decir, el alexitímico sí siente, pero no sabe cómo interpretar las propias emociones y tampoco las ajenas.