James Anderson fue la pasada semana a un trabajo para arreglar una caldera. Cuando llegó al lugar se halló con una señora de 91 años la cual padece de leucemia y que está recibiendo cuidados paliativos. James realizo su labor, acomodo la caldera y al ir, le menciono a la hija de la señora que no se preocupara por la factura, que se la mandaría por email.
Días después, Christine Anne Rowlands, la hija, recibe la factura tal y como le había dicho el fontanero. Pero al abrir el email, no pudo aguantar las lágrimas: “Llamada para arreglar una caldera con presión alta y dos fugas, 0 libras. La mujer tiene 91 años, sufre leucemia y está recibiendo cuidados paliativos”.

Christine Anne no pudo aguantarlo y tomo la decisión de publicar la factura en su cuenta de Facebook. Aparte, indica que “a esta mujer no se le cobrará bajo ninguna circunstancia. Estaremos disponibles las 24 horas para ayudarla y cuidarla para que se encuentre lo más cómoda posible”.
Amado por persona en las redes sociales
La publicación de la hija de la señora no ha podido tener más repercusión: se ha compartido más de 11.000 mil veces, ha obtenido más de 30.000 me gustas y se ha expandido por todo el planeta.
La decisión que tomo James Anderson no fue para nada a la ligera. Hace unos atrás años fundó su propia ONG la cual ayuda a los seres humanos más desfavorecidas al no cobrarles los trabajos que hace en su casa. Hasta al momento, él se hacía cargo de todos los costos y el hecho de haber ayudado ya a varias personas en su ciudad de Burnley, en el noroeste de Inglaterra, le había generado unas pérdidas cercanas a los 10.000 euros, tal y como menciona The Independent.
No obstante, decidió crear una cuenta en una página web de crowdfunding para así de esa forma recaudar fondos y, gracias a que la factura de esta señora se ha vuelto muy popular, ha multiplicado el dinero que necesitaba llegando así a una suma de más de 24.000 euro.