Parece mentira que ahora existan post que inviten a las familias a comer juntas y vivificar los lazos familiares, es decir ¿es en verdad necesario? Parece que sí. Esto lo digo por las cosas que veo a diario. De hecho, tristemente lo he visto en mi propia familia y esto me llevó a querer compartirlo con ustedes y por supuesto a ponerle un alto a todo esto.
Y es que desde que cada miembro de la familia comenzó a usar un teléfono inteligente la hora de la comida se convirtió en un momento para volvernos autómatas. Nadie habla, y se podría decir que nadie come su comida como debería, solo están atentos a lo que ven en las pantallas. Notar eso fue espantoso, pues era como si mi familia no existiera, de hecho, lo curioso es que actúan como si nadie más estuviera en la mesa, es decir que se desconectan por completo de la realidad.
Pero claro que esto no es lo único que he experimentado, pues están aquellas otras personas que usan la hora de la comida para ver su novela o película favorita. Entonces en lugar de estar en la mesa, se van a alguna habitación a disfrutar de sus programas de entretenimiento y al igual que en el caso anterior, se terminan desconectando de todos.
¿Qué nos está sucediendo?
El día alcanza literalmente para todo, solo necesitamos distribuir lo mejor posible nuestro tiempo respetando dos cosas que son primordiales para nosotros. Por un lado está la hora de dormir y por otro la hora de comer. Y es que muy poco es el tiempo que en realidad podemos dedicarle a nuestros seres amados entonces ¿Por qué usar ese tiempo para estar pegados a nuestros aparatos electrónicos en lugar de prestar atención a nuestra familia?
Vamos, es hora de cambiar esta actitud, a la hora de comer sentémonos junto a nuestras personas favoritas y hablemos de nuestras cosas, de nuestras actividades, de nuestros sentimientos, hablemos de lo que sea, pero compartamos momentos únicos comiendo lo que nos gustas y que con mucho amor alguien de la casa preparó para nosotros. Restablezcamos esos lazos que nunca debieron romperse o hagámoslos más fuertes.