La ley de la atracción romántica carnal, es aquella que plantea que personas de gustos distintos, son más propensos a atraerse entre sí, tal cual como si se tratase de un imán. Pero, ¿Son los gustos los que determinan la durabilidad de la atracción? La teoría no solo respalda el tema de la atracción en cuanto a los gustos, sino que, plantea que la atracción romántica se rige bajo otro tipo de principios para determinar el “por qué” dos personas pueden sentirse atraídas.
Mientras que la atracción sexual está regida por el principio de los gustos, la atracción romántica está regida por el principio de los valores y la moral. Una persona que comparte tus mismos valores, es necesaria para la durabilidad de una relación, lo cual se contrapone al tema de los gustos, lo cuales deben ser diferentes entre los individuos.
Así que, la ley de la atracción plantea que, para el primer indicio de atracción, deben notarse los gustos distintos entre ambas personas, y para la durabilidad de algo que surja de dicha atracción, deben mantenerse una sintonía entre los valores para no chocar en debates morales que puedan destruir la relación.
No siempre es necesario que los gustos sean diferentes, pero cuando existe dicha diferencia, la atracción suele ser mayor, pues la persona conseguirá en el otro, el complemento y la forma de ver el mundo que le faltaba por naturaleza.