Aunque lo ideal de un matrimonio es permanecer juntos para toda la vida, hasta que la muerte los separe tal y como acuerda el juramento. Muchas veces hay cambios en la personalidad y cosas con las que no se está dispuesto a lidiar, o simplemente no se logra llegar a un equilibrio de tolerancia por ambas partes.
De ahí se desprenden varios problemas, y por lo general, para el bienestar de ambos, la única conclusión sana a la que se llega, lamentablemente es al divorcio.

Si bien no hay un momento ideal para este acuerdo de separación, investigaciones científicas sí han determinado la peor edad para hacerlo y los efectos que tiene, tanto en hombres como en mujeres.
De acuerdo con psicólogos, la peor etapa para divorciarse es cuando llega una crisis vital, en que la persona no sólo es afectada por la separación de su pareja, sino que conlleva una serie de decisiones que provocan inseguridad, sufrimiento, angustia y miedo, al sentir que no hay solución para lo que está viviendo.
Esta crisis en la mayoría de los casos aparece alrededor de los cincuenta (50) años de edad, y afecta de distintas maneras a hombres y mujeres, aquí explicamos cada caso.
Cómo afecta el divorcio en las mujeres
La separación coincide con la llegada de la menopausia, cambios hormonales y físicos, como piel flácida, resequedad y enfermedades en general.
El divorcio le causa angustia al impactar en su situación económica y aumenta los riesgos de salud por las preocupaciones y el estrés. Sola y con tantas cosas que le ocurren al mismo tiempo, es probable que los efectos en su vida sean grandes y difíciles de superar.

La buena noticia es que investigaciones como la realizada por María Cruppi, doctora en psicología, han demostrado que las mujeres muestran mejor adaptación a la situación, pues se enfocan en la problemática y buscan soluciones, comparten su experiencia con amigos y terapeutas, escuchan consejos y mejoran en los aspectos personal y laboral; aprovechan este tiempo para mejorar los lazos con la familia y viajan.
Mejor aún es que no pierden la fe en el amor. Aunque para ellas este sentimiento sigue siendo importante, las divorciadas valoran su libertad, son más decididas y en ocasiones no buscan compromisos tan serios.
Cómo afecta el divorcio en los hombres
Los hombres atraviesan por la andropausia, etapa en que su cuerpo reduce el nivel de deseo, las hormonas relacionadas con ello y su miembro no responde como antes. También aparecen enfermedades como problemas del corazón, colesterol, hipertensión, diabetes y obesidad, entre otras.

Hablando de la cuestión amorosa, los hombres al verse solos buscan a una pareja que les acompañe, pero las ganas de tener alguien son tantas que provocan que elijan mal y la nueva relación no prospera. A eso sumémosle que no posee la mejor habilidad para adaptarse a la vida en solitario (es el caso contrario al de la mujer).