Cuando nos enamoramos podemos sentir de todo, las emociones están en su mayor porcentaje y eso nos hace vibrar cada vez que nos encontramos al frente de esa persona especial. Puede hacer cambiar nuestros hábitos y rutinas. Por ejemplo, es posible que con cualquier excusa acudas a ese lugar en el que sabes que vas a cruzártelo, porque te sientes tan bien a su lado.
Psicología del enamoramiento
Cuando el amor llega a ti, estás más vulnerable. A veces, incluso puedes no observar la lógica aparente de la causa y efecto entre tu forma de sentir y las circunstancias del momento. Tal vez todo en tu vida este bien, pero si algo pasa con esa persona, es muy posible que esa decepción te deje tocada durante mucho tiempo.
Este sentimiento hace que sientas que caminas en una cuerda floja en donde todo resulta incierto. Es algo natural puesto que cuando estás conociendo a una persona no sabes exactamente cómo se van a desarrollar el acontecimiento.
Tienes miedo al rechazo y por ello no quieres exponerte al sufrimiento, pero si no avanzas no sabrás hasta dónde puede llegar esta historia.
Vivencia de los enamorados
Aquí la vida lo sentimos como en una película, con efectos especiales: todo es tan intenso, las emociones se magnifican y el futuro se convierte en un escenario único. Cada cita que tienes con esa persona lo sientes eterno. Sientes impaciencia y deseo. Cada momento con esa persona se convierte en un premio que quieres que permanezca para siempre.