La obsesión es un sentimiento peligroso, que se relaciona equívocamente con el amor más veces de las que se debería. El mayor riesgo de una persona obsesionada, es lo difícil que le resulta separar este sentimiento del amor verdadero.
Si bien algunos creen que amar con locura es sano, pues la realidad es que la pérdida de la racionalidad frente a este sentimiento, no lleva más que a una tortuosa situación, tanto para el obsesionado como para su pareja.
Pero, ¿Cómo podemos diferenciarlo?
La gran diferencia radica en la capacidad de reconocer nuestras prioridades de vida y el carácter de las acciones que cometemos por el otro. En términos sencillos:
- Si usted hace algo que no es bueno para usted, solo por su pareja, entonces está obsesionada.
- Si cree que el mundo y su vida, gira alrededor de su pareja. Está obsesionada.
- Si cree que, sin su pareja, usted se va a morir. Está obsesionada.
- Si cree que su pareja es un ser perfecto y por eso lo ama. Está obsesionada.
- Si la mayoría del tiempo padece de sufrimiento, pero considera que es parte natural de su supuesto “amor”. Amiga, usted está gravemente obsesionada.
Si todas estas características te parecen propias de ti, dirás ¿Qué demonios es el amor entonces? En términos sencillos, usted ama si:
- Se siente en paz al lado de su pareja.
- Inclusos en sus defectos puedes conseguir ciertos encantos.
- Aceptas que no es un ser perfecto.
- Entiendes que, aunque estés con él, tu vida como persona única prosigue.
- Puedes dejarle sin morir.