¿Cuántas veces hemos dicho esta mentira? Tenemos la costumbre de siempre responder con un “Estoy bien” cuando nos preguntan cómo estamos. Es un asunto casi de educación, como si estuviese arraigado al ADN colectivo.
Entiendo que no podamos ir por ahí dando lástima y diciéndole a todo mundo lo mal que nos podemos sentir, pero tampoco podemos mentirle a las personas que nos conocen, esas que no se convencen con un simple “Bien”, que saben cómo está nuestro espíritu solo con vernos a los ojos.
¿No te ha pasado, que le dices a alguien que te ama que “Estás bien”, y te pregunta si estás segura de ello? El malestar del espíritu se refleja en la mirada, así como el amor y la felicidad. Bien dicen que las miradas hablan, y solo aquellos con una vista aguda y un verdadero interés por tu bienestar, pueden darse cuenta de cuando mientes sobre tus emociones.
Desahogarse con este tipo de personas, es lo mejor, porque si ya son capaces de darse cuenta por sí solas que te sientes mal, serán capaces de entender el motivo de tu malestar.
Esto sucede mucho entre las mejores amistades, o esas relaciones de hermanos que son muy unidas. Curiosamente, nos cuesta abrirnos más con nuestros padres, pero eso va depender del tipo de crianza y relación que has tenido con ellos.
Por último, si el motivo de tu malestar no es tu pareja, no dudes en hablar con él. La persona con la que tengas una relación, siempre estará interesada en escuchar tus problemas. Incluso, mucho ofende cuando ocultas tus dolores frente a él o ella, porque se siente como una falta de confianza en su capacidad de entender tus sentimientos.
Hazte un favor, y no le mientas a las personas que te aman.