Hay parejas que se encuentran estancadas en un mismo punto y permaneciendo juntos porque no se encuentras preparados para tener una ruptura. Sin embargo, no tiene ningún sentido alargar el tiempo en una relación que no ata ni desata. ¿Cómo saber si te encuentras en esa situación? Te brindamos los síntomas para que puedas tomar cartas sobre el asunto y hacer algo con esa relación que no le conviene a ninguno de los dos.
No le conoces de verdad
A pesar que llevan mucho tiempo juntos, sientes que aún no lo conoces totalmente. Siempre está sorprendiéndote con sus actitudes que cambian dependiendo de la situación que viven. El conocimiento que tiene el uno con el otro es muy superficial. No han tenido conversaciones donde han podido conocerse más y adentrar en la otra persona.
Además, sienten que el punto en el que se encuentran es donde quieren estar, se sienten cómodos con sólo saber lo necesario. Lo malo es que cada uno tiene su ritmo y cuando uno frena para poder ajustar algo en la relación, la otra persona sufre de frustración, impaciencia e ira, generando apatía por la otra persona.
Son muy distintos
Son muy distintos y es muy notorio, ya que en las decisiones sencillas que toman tienen puntos de vista muy distintos, que no pueden llegar a ninguna solución. Mientras que uno tiene unas preferencias de ocio, por el contrario, la otra persona prefiere otro tipo de actividades. Sin poder llegar a ningún acuerdo. De este modo, se acumulan las insatisfacciones y las incompatibilidades, generando una distancia cuando están juntos.
Además, los momentos juntos son tan pesados que a la memoria le dejan una emoción afectiva arruinada que se enfoca sólo en la insatisfacción y tiempos muertos vividos. De hecho, un síntoma de que tu relación no avanza es tener la sensación de que las horas compartidas son una pérdida de tiempo. Es mejor ser sincero con uno mismo para poder afrontar la situación que estás viviendo.