Las personas lidian constantemente con problemas, es algo natural del ser humano, pero aún así, los padres parecen no enseñarles a sus hijos, cómo hacerlo correctamente.
Una de las principales por las que Japón es una de los países más desarrollados y resilientes del mundo, es por su ideología ante los problemas. Ellos lo explican con este cuento breve:
“Un viejo maestro samurái, llega a templo con una flor espinada. Se para ante uno de sus alumnos y le dice que la sostenga tan fuerte como pueda. El alumno sin preguntar ni dudar, la toma por el tallo lleno de espinas.
Se mantiene ahí por algunos minutos y sus manos empiezan a sangrar. Los otros alumnos veían confundido el cumplimiento del reto del maestro.
En cierto punto, el joven no puede sostenerla más y decide soltarla. Temeroso a que el maestro le castigue, le pide disculpa.
El maestro le pregunta por qué.
El joven responde que le disculpe por no aferrarse lo suficiente a la flor.
El maestro le dice que no tiene que disculparse por hacer lo correcto.
- Yo te pedí que sujetases la flor, pero no te dije por donde – Continuó el maestro – Tú decidiste aferrarte a lo que te hacía daño, pudiendo haberla tomado por los pétalos…
- La vida es como una mano. Nosotros decidimos a qué aferrarnos y a qué no, pero los problemas o cosas buenas no son las que deciden aferrarse a nosotros… Así como la flor no decidió aferrarse a ti por medio de su tallo”.
La idea es simple. Aférrate solo a lo bueno, a las soluciones y lo que te haga mejor persona y tu vida será mucho más sencilla.