Una investigación ha revelado cuál es la venganza más utilizada  por las mujeres contra sus ex y la que más funciona, claro si la usas  de la forma adecuada.

Hacemos relación  nada más ni nada menos que al ejercicio. Una vez que la relación acaba, lo primero que les pasa por la mente a  muchas personas es el deseo de mejorar su cuerpo para demostrarle al individuo  que no las valoró, lo mucho que se está perdiendo al dejarlas ir.

Kaeli Sweigard quedó devastada cuando su novio la abandono. Una de las cosas que tenían en relación  era su interés por los deportes de combate y Sweigard recurrió a este interés compartido para superar la separación.

La comercializadora digital de 30 años, que vive en Toronto, recuerda: «Estaba tan molesta y no sabía qué hacer y uno de mis mentores de jiu-jitsu me dijo que debía entrenar todos los días que pensaba en él. Entonces, eso fue lo que hice».

Sweigard empezó  a referirse a su práctica de jiu jitsu como su nuevo novio. Su cuerpo cambió, pero también su conducta. «Me puse más en forma después de la separación una vez que comencé a tomar el entrenamiento más en serio», comenta.

La respuesta de Sweigard a la separación colocarse  en forma, ser más alegre y más productiva  fue en general beneficiosa. A esta clase de venganza se le conoce como un revenge body (un cuerpo mejorado por la venganza).

“¿Qué pasa si no aplicas la fórmula de manera correcta?”

El trabajo de Lora Park, profesora de psicología en la Universidad de Buffalo, aporta  algunas pistas sobre qué clase  de persona es más posible  que busque este tipo específico de transformación física.

Park y sus colegas han estudio  ampliamente la autoestima y el grado en que ésta se asocia  con la apariencia y el estado de la relación. Park explica:

“Aquellos con baja autoestima que basaban su autoestima en la aprobación de los demás estaban más preocupados por parecer atractivos y estar físicamente en forma”

Una ventaja de buscar la validación de otros basada en el atractivo es que implica un menor peligro  emocional. Como dice Park, «resultarle atractivo a los demás no necesariamente requiere interactuar directamente con otros. Por lo tanto, uno puede proteger su autoestima y evitar el posible rechazo centrándose en su apariencia, en lugar de centrarse en sus cualidades internas como ser cálido, atento o amable».

A los psicólogos les encanta  hablar  sobre la motivación intrínseca versus la autorregulación introyectada, o en términos sencillos, realizar  algo sólo porque te interesa, en lugar   de porque tu autoestima depende de que tengas éxito.

Esta motivación es muy importante: «Esto es lo que representan las contingencias de autoestima. Cuando las personas invierten su autoestima en un dominio, como su apariencia, o en una relación, entonces sienten que tienen que verse bien, y no verse mal, o tienen que tener un novio o una novia para sentirse apreciados como seres humanos», argumenta  Park.

El trabajo de Park también recomienda  que tener una elevada  «sensibilidad de rechazo basada en la apariencia» (ansiedad por ser rechazado según tu aspecto) y «contingencia de relación basada en la autoestima» (una sensación de autoestima que depende de un ser querido) puede afectar la propia motivación para encontrar  un revenge body, esencialmente  para una persona  a quien su pareja lo ha cortado.

Las personas con estas vulnerabilidades «corren más riesgo de padecer consecuencias negativas y, por consiguiente, son las más motivadas para reparar su autoestima luego  de una amenaza». Esta clase de vulnerabilidades también se acentúan en la era de las redes sociales, donde se comparten fotos constantemente.

Esto no se iguala  que todos los casos de mejoramiento corporal post-separación sean psicológicamente dañinos. Por una parte, es posible pasar de motivaciones externas a internas.

Y esas mejoras externas a la autoestima pueden ser principalmente  útiles cuando la separación  aún está en carne viva. «Nos dicen cumplidos por haber perdido peso y arreglarnos», menciona  Amy Flowers, psicóloga clínica con licencia especializada en imagen corporal. «Mucha gente va a decir, ‘wow, te ves genial’. Entonces eso refuerza ese comportamiento».

También hay algo de sentido común en que una persona  pueda tratar  con un colapso de su relación al ir al gimnasio. Una ruptura puede ser desorientadora. Trabajar en un revenge body, comenta  Flowers, es en parte un problema de manejo. Puede ser una ilusión de control, pero «es una forma de sentir que estoy haciendo algo. No me voy a quedar sentado y marchitarme; voy a hacer algo para tratar de mejorarme a mí mismo».

Y claramente, los seres humanos  que se han quedado solteros  a menudo tienen mucho tiempo en sus manos. «Número uno, te da algo que hacer. Sal de tu casa, ve al gimnasio, no te aísles», expresa Flowers.

«Hay un deseo de aumentar el atractivo, especialmente para las mujeres, y posiblemente atraer a una nueva pareja. Pero el tiempo y la energía que ahora te sobran también significa que una ruptura es un buen momento para decidir quién eres y qué quieres», añade Flowers.