Lo hemos visto en muchas películas románticas, libros y programas de televisión enseñándonos la intimidad que es algo tan perfecto y coordinado. Pero eso no es real. Las relaciones fueran de pantalla son mucho más imperfectas e incluso se podría decir extrañas. A veces puede ser bueno y otras no tanto, a pesar de que lo hagas con la misma persona.
Cuando terminar de realizar el acto, existen parejas que se abrazan y manifiestan lo genial que fue haber compartido un momento y existe otras ocasiones que experimentan todo lo contrario, algo que se ha expresado en estos últimos tiempos como “disforia postcoital” o “depresión post-sexo”. Presentándose como una sensación de vacío, tristeza y melancolía tras querer llegar al placer, lo que se explicaría como una función hormonal de cada uno.
En una investigación se descubrió que el conjunto de hormonas que se tiene a realizar la intimidad; dopaminas, endorfinas y oxitocinas, provocando el placer, sin embargo, cuando estas regresan a su nivel normal, hay personas que experimentan una sensación de vacío. Existiendo en una encuesta que se realizó en EE.UU donde 250 mujeres, dieron como resultado que 46% reconoció haber experimentado al menos una vez, en un mes, una sensación similar a la tristeza.
Si bien sabemos que esto es normal, los expertos advierten que debemos aprender a reconocer si esta situación es algo puntual o responde a un cuadro depresivo generalizado. Si esto es puntual, no tiene nada que ver con lo que acabamos de hacer en sí, sino que con un hecho biológico específico que se debe manejar de otra forma.
Nos dicen los expertos que la intimidad es esencial para alcanzar la felicidad luego del mismo. La concentración es sinónimo de conexión y mientras se alcanza eso, no tendrás que preocuparte de una posible depresión post –sexo.
Esto puede también explicar por qué en algunas intimidades casuales funciona, mientras que en otros sólo se deprimen. Uno no debe tener miedo de expresar lo que en verdad siente luego de tener relaciones, ya que nada de esto es extraño o inexplicable como puedes imaginar. Esto es sólo la vida real.