Nadie puede ni tampoco merece vivir eternamente en esa antesala de las emociones rotas, de las relaciones incompletas o de las esperanzas que nunca van a cumplirse. Si ya nada es como antes y nada puede solucionarlo, demos el paso de forma madura para terminar la relación de la forma más digna posible.
“El amor no prospera en corazones que se alimentan de sombras”
-William Shakespeare-
En un interesante estudio del 2005 del “Journal os Social Personal Relationships“ concluían que existen tres claves para cerrar una relación de pareja de la forma más positiva y adecuada para ambos miembros de la pareja. Así, según las conclusiones de este trabajo lo que ha de evitarse por encima de todo según este mismo trabajo, es lo que se conoce como la aplicación del “efecto fantasma”, es decir, poner en práctica una conducta evasiva donde, sencillamente, alejarse progresivamente del otro sin dar explicación alguna.
Veamos a continuación cuáles son esas tres claves para finalizar de forma madura una relación.
Si nada es como antes, entonces es el momento de empezar a caminar por separado
El primer punto a la hora de gestionar estas situaciones es alcanzar la certeza de queda otra opción que la separación. Recuerda siempre que afrontaremos mucho mejor el duelo sabiendo que hemos hecho todo lo posible.
El segundo paso que recomiendan los expertos es no “destruir” al otro antes de “acabar” con la propia relación. Lo señalábamos con anterioridad, en ocasiones buscar culpables no sirve de mucho. Si hacemos uso de la crítica, el reproche, la humillación y la rabia lo único que conseguimos es alimentar las emociones negativas hasta crear una energía tan profunda que nos impedirá aún más cerrar esa etapa.
Por último, y aunque sea un aspecto que siempre cuesta y al que muchos no le hallan sentido, es necesario perdonar. Perdonar no es ni mucho menos claudicar; es un rito de paso imprescindible para dejar ir sin cargas, sin rencores. Es poner fin a una etapa donde perdonarnos a ambos por el dolor causado, pero aceptando a su vez todo lo positivo que hemos compartido. Un adiós, a tiempo seguido de un “perdón” valiente, nos ayudará a iniciar nuevos caminos dejando atrás un ayer donde ya no tenía cabida la ilusión ni la esperanza.
Fuente: La mente es maravillosa