¿Es él el amor de tu vida? ¿o algo más?

282

Muchas veces, se suele confundir al amor de la vida, con amores temporales, esos que solo vienen a enseñarnos a ser mejor, a aprender lecciones y pasar por experiencias que nos dejan más fortalecidos.

Y es que el miedo a equivocarnos, a darle nuestros días, nuestros secretos y sueños a alguien que al final no valió la pena, ha impedido que nos atrevamos, que tengamos miedo al amor, esa palabra que engloba tanto misterio, pero que si somos capaces de saberlo llevar, nos puede dar grandes satisfacciones y alegrías.

Pero, el miedo muchas veces gana la batalla, y entre tantas vueltas y postergaciones que le damos al amor, cuando nos damos cuenta, ya estamos en una edad bastante considerable, en donde empezamos y pensamos que el amor ya no nos alcanzar, que pasamos esa etapa.

Ads

Pero siempre llegan esos recuerdos de una persona especial, que a pesar que pasen los años, siempre llegamos a la conclusión y nos embarga la incertidumbre que hubiese pasado si hubiésemos arriesgado todo por esa persona.

Porque justo con esa persona nos sentíamos seguros para recorrer el mundo, y con quien nos hubiese gustado despertar todas las mañanas. Y al que seríamos capaces de tolerar sus defectos, sus estados de ánimo, y todo esos pequeños detalles que viniendo de otra persona, nos puede resultar intolerable.

Sin embargo, a pesar de todos esos sentimientos, y como pasaron las cosas, pensamos que todo tiene un motivo y una razón, y los más probable es que como sucedió todo, fue lo mejor para ambos.

Porque en cierto modo, sabemos que esa persona no es nuestra otra mitad, y que pudimos y podemos seguir nuestro camino con felicidad. Que el tiempo es el mejor remedio para curar todo, y que a veces, no necesitamos encontrar respuestas a preguntas innecesarias.

Ads

Por supuesto, es válido recordar esos momentos, en algún instante de nuestra vida echar de menos a esa persona, traer a colación pensamientos bonitos, y todo mantenerlo bajo una perspectiva positiva, sin rencores.

Porque es inevitable que cuando pasemos por un lugar, o logremos cumplir esas metas y objetivos que en algún momento le comentamos a esa persona, el cerebro empiece a asociar y a hacer memoria, recordando ciertas circunstancias que lo involucren.