Como dice Laura H., hay momentos en que la vida te pone difíciles pruebas, las circunstancias parecen marcar grandes diferencias, las decepciones nos hacen personas duras, desconfiadas, nos hace crear un escudo que nos protege de todos, incluso de los que no han roto nada, juzgamos a justos por inocentes, nos llenamos de sentimientos, de angustia, incluso antes de enfrentar la realidad, una realidad que podría llegar a sorprendernos, a cautivarnos a derribar las barreras, a volver a confiar.
Fuiste tú el que no se rindió, el que incluso conociendo mis defectos, y mis cambios de humor, nunca se rindió, tu que luchaste con mis miedos, con mis inseguridades ,que aceptaste mis errores, mi pasado, mis distintos matices, mis absurdos miedos.
A ti mi amor, que no fuiste el primero en mi vida, a ti que llegaste cuando estaba vencida, cuando no creía en nada, cuando en mí no había cabida para el amor, fuiste tú quien rompió mis nuevas y absurdas reglas en cuanto al amor.
Tú que no te dejaste llevar por la primera impresión, que te diste el tiempo para conocerme mejor, para saber que en el fondo, no soy una chica más, a ti con tu infinita paciencia, con tu pasión y tu entrega, con todos esos besos que terminaron por derrumbar mi resistencia.
Como no agradecerte vida mía, si has regresado a mi vida la alegría, me has envuelto la confianza, me has hecho volver a creer en las cosas buenas de la vida.
Me enamoré de ti sin planearlo, me perdí en tus ojos y en tus manos y tu piel, me has hecho volver a sentirme viva, como si volviera a respirar libremente otra vez, te quiero tanto y me has hecho sentir tan querida, me has hecho recordar lo bien que se siente amar sin prisa, con entrega, sin cobardía.
Es un placer inmenso contar con tu compañía, sentir tu mano en la mía, tu apoyo, tu confianza, tus besos y tus caricias.
Hubiese querido que fueras el primero y único amor en mi vida, pero así es esto de amar y vivir, primero hay que fallar para aprender a reconocer el amor de verdad.
Creo que al final tantas palabras sobran, quiero pagarte con risas y alegrías todo lo que me has hecho sentir. Tú, amor mío, no el primero, pero si el segundo amor, un amor más bello, un amor mejor.
Gracias por mostrarme que después de la oscuridad siempre viene la luz, que después de un mal momento, siempre llega algo mejor.
Te amo.