El amor se encuentra en los lugares menos pensados. No hace mucha falta planificar al detalle los encuentros ni moverse en determinados círculos sociales para poder encontrarlo. Si estás destinado a encontrar a esa persona aparecerá en el momento correcto.
El flechazo no es únicamente un enamoramiento repentino. Sino viene a ser una el descubrimiento del amor de una forma poco convencional. Teniendo una percepción más importante de lo que te imaginas.
Lo ideal es que todo debe fluir y no obligar a nada para que sucedan las cosas. Verás que con la fluidez producirás ese contacto de forma favorable. Esa chispa hará que la relación se convierta en una historia de amor duradera.
Puede ocurrir que en los primeros casos la primera cita sea negativa. No por ese mal momento vas a desechar a esa persona. deja que pase el tiempo y dale una oportunidad más. No siempre la primera impresión es lo que cuenta, a veces tenemos que ver dos veces para poder tener un mayor análisis.
El amor atrae actitudes algo curiosas: uno de ellos es cuando uno se deja llevar por la ceguera pasional y se lanza sin reflexionar, arriesgando todo el poder del vínculo con el ser amado. Por otro lado, otros adoptan un comportamiento cauteloso exigiendo seguridad plena antes de plantearse ninguna acción.
Lo que debemos entender que no existe una completa seguridad, siempre quedará un margen para la incertidumbre, pero tal vez este factor puede producir riesgos y más pasión a ambos.
Lo primordial es que te encuentres convencido de que esa persona y te encuentres capaz de compartir tu tiempo, tus inquietudes y tus aficiones. Verás cómo tu mundo adquiere una nueva dimensión en compañía de un ser que te transmite buenas energías, dirigiéndote hacia un buen camino. Y cambiando tu vida para bien.