Existen personas que dan todo por amor y no importa si no reciben lo mismo. Lo único que quieren es que la persona que quieran este siempre con ellos. No importa si reciben desprecio de la otra persona, siempre harán todo lo posible para que esa persona no se vaya.
Duele el desamor
Es difícil aceptar que la persona que queremos tanto ya no nos quiere. Bien porque ahora ama a otra persona o simplemente ya nos dejó de querer. Se terminaron los días de caminar de la mano, sonreír por cualquier pequeño detalle formando parte de un álbum de recuerdos que ocupará en el rincón de nuestro corazón y mente; pero sabemos que esa persona no volverá.
Cuando nos dice “ya no te quiero” o “ya no te amo más” la sangre se nos congela y hace que nuestras lágrimas broten de nuestros ojos sintiendo un ahogo y desesperación por querer omitir esas palabras.
Afrontando el desamor
Tratamos de superarlo con decirnos que “ya pasará”, y creamos una tela de araña de confusiones y esperanzas fantaseadas, prometemos no decir, hacer, o pensar tal o cual cosa que pueda molestarlo a cambio de una “reflexión”, de una posibilidad de retorno, de que se quede a nuestro lado, de que no nos abandone. Algunas veces lo intentan y aceptan estar con nosotros. Y con trabajo y dedicación de ambas partes, el amor reflorece, y las aguas se encauzan. Pero la mayoría de las veces no es así, sólo logramos extender la agonía, estirar la sensación de abandono hasta los huesos, hasta hacernos idea de que ser irá, que nada sucederá y eso hace que generalmente lleva mucho tiempo.
El trasfondo: ser una buena persona
No importa si quieres gritar, llorar o patalear, si sientes una inmensa cólera porque tu pareja no sabe escuchar tus necesidades, o no coopera con la crianza de sus hijos o no te deja espacio de libertad para tus hobbies; lo que verdaderamente nos importa es la reputación; que digan de ti que eres una BUENA PERSONA.
Por elegir ser una buena persona has elegido soportar humillaciones y frustraciones. Porque piensan que así van a ser más amados y nadie los va a dejar.
Ya no te ama ¿y ahora qué?
Puedes seguir adelante, al principio costará mucho pero luego en el camino lo superarás. Cada quien es responsable de su vida y sus efectos. No puedes controlarlos ni manipularlos. Cuando alguien no nos ama más y no los dice; nos hace un inmenso regalo, pues valora quienes somos, y no nos resta la posibilidad de estar en un futuro con alguien que nos ame.