El amor es como cualquier ser viviente; nace, crece y muere. Pero también se enferma, y mucho de los causantes son el mal uso que le damos al amor. Mucho de nosotros no sabe cómo manejarlo, así que al darle un uso indebido se enferma perjudicándonos el estado de amar. Estas son algunas de las enfermedades más comunes que se sufre por amor:
Fatalismo y ansiedad
Quienes sufren esto, experimentan pensamientos incontrolables sobre el destino que, suponen, será funesto. La obsesión es tan fuerte que, los pensamientos de que la otra persona los dejará los llena de ansiedad. Preguntando todo el tiempo “¿me quieres?” para lidiar con su preocupación.
Posesividad
Esta enfermedad es querer poseer a su pareja, no necesariamente son celos, sino que trata de controlar a su amado y alejarlo de todas las personas que se encuentran cerca de él/ella. Bien sea su familia, amigos, trabajo, etc.
Celopatía
Son los celos enfermizos, desconfiando de toda persona que se acerque a su pareja. Teniendo un instinto casi psicótico y paranoico en el que inventan miles de escenarios que siempre implica la infidelidad de la otra persona.
Manipulación
Utilizan las emociones a su favor. No importa si falta a la verdad o dañan a esa persona. Solo quieren que todo salga a su beneficio.
Envidia intensa
Buscan la manera de limitar el desarrollo de la otra persona; le hacen reproches sobre que “está cambiando mucho” sólo para no dejarlo avanzar.
Sobreprotección
Ellos ven a su pareja como si fuera su hijo(a). Puede también ser el reflejo de una carencia de afecto que sufrieron de niños. Dándole la atención a esa persona especial.
Narcisismo
Estas personas piensan que el mundo gira alrededor de ellos y que son la única prioridad de su pareja. Raras veces se preocupan por las necesidades de su pareja.
Dependencia
Son personas que no pueden estar solas o si no se sienten tristes y depresivos, pensando que nadie los quiere. Es por ello que siempre están detrás de su pareja. Sienten que deben estar siempre en contacto.
El amor no es sufrimiento. Su propósito es ayudarnos a ser plenos y felices con la persona que queremos. Cuando nada de eso es posible, es muy probable que tengamos una relación enfermiza y tóxica. Podemos saberlo, cuando en nuestra relación lloramos más que reírnos. Si reconoces alguno de estos síntomas, es muy probable que tengas que tomar medidas para poder sanar. Las enfermedades se encuentran dentro de uno, sólo que renacen cuando vivimos una relación.