Ella ya no llama por las mañanas para saber cómo dormiste, tampoco te escribe y cuando lo hace, se le nota vacía. Tarda en contestar y sus mensajes son cada vez más cortos.
Cuando insistes en discutir con ella, se le nota que ya ni le importas. Eso te hace sentir patético ¿Verdad? Otras personas han comenzado a publicar cosas en sus redes, y ella se le nota el entusiasmo al responder, ese mismo ánimo que tenía cuando hablaba contigo. Y te molesta verla comenzando a salir sin avisarte, reír y no de tus chistes, divertirse y no por tus aventuras, a coquetear y no contigo.
Es en ese momento que te das cuenta, de que cada mala acción que cometiste estando a su lado, tenía una consecuencia. Ahora, es que te percatas de lo increíble que puede ser ella, ya cuando tus palabras y tu abandono no le lastiman, ya cuando ella ha comenzado a superarte, ya cuando el tiempo de amarla, se agotó.
Ella ya no es como antes. Ahora el cariño que siente se lo da a otra persona, ya no le importas y ya no siente ganas de darlo todo por ti. ¿Ves? Eso es lo que sucede cuando no valoramos a quien soporta nuestras indiferencias y tonterías, creyendo que nunca se van a cansar de ello.
Qué irónico, que cuando ella logra desprenderse de ti, es que logras amarla. Cuando ella supera todo el dolor que le causaste, es que vienes a percatarte de su presencia. Ya es tarde para un “te amo”, para un “te extraño”. Ya es tarde para un beso de buenos días y un abrazo de despedida. Ya es tarde para los pretextos, excusas y palabras sin sentido. Ya es tarde para darte cuenta que ella, ya no es como antes.