Ella no sabrá arroparte en las noches cuando hace frío y tampoco sabrá decirte las palabras justas para apagarte el llanto.
Ella no sabrá hacerte el amor como yo sé hacerlo, ella no te cocinará la comida con la sazón que tanto te gusta.
Ella no conocerá nada sobre ti, no conocerá tus miedos, tus fracasos, tus victorias, tus fortalezas y debilidades.
Ella no te defenderá a capa y espada, ella no sabrá serte fiel ni respetarte como hombre.
Ella no será comprensiva y dedicada a sus oficios, no sabrá darte tu espacio, no será comprensiva ni tolerante contigo.
Ella no conocerá cada poro de tu cuerpo, no sabrá besarte donde más te gusta, no sabrá cómo darte placer.
En definitiva, ella no sabrá darte todo lo que yo te he dado, porque amores como el mío solamente se viven una vez en la vida.
Y si no supiste apreciarme como merezco, si no supiste darme amor como yo te lo entregué, pues qué pena por ti porque no sabes lo que te conviene.
Te deseo suerte en una relación en la que no ganarás ni una pizca de amor. Ojalá puedas aprender, a partir de ahora, lo que vale el corazón de una mujer buena y diligente con los demás.