Ella es algo inexplicable. Ella es el lugar de mis apariciones, mis recuerdos y mis mejores momentos. Ella es risa. Ella es un libro entero, no un prólogo ni un resumen. Ella es la respuesta a todas mis dudas.
Ella es esa canción que no me saco de la mente y tarareo camino al trabajo. Ella es musa e inspiración de mis más grandes sentimientos. Ella es la que me hace diferenciar lo bueno de lo malo. Ella es la conciencia vestida de mujer.
Ella es el camino que me guía a lo que quiero ser. Ella es la razón de que mis pasos vayan siempre al frente. Ella es una psicóloga que de verdad me entiende y que se preocupa por mí.
Ella es el sentimiento puro, honesto y complejo. Ella es el lugar donde mis errores son reflejados y mis virtudes también. Ella es lo que yo quisiera alcanzar. Es mi paz, es mi tormento. Ella es labios deseosos de tacto y beso. Ella es la plática a las 3 de la mañana que parece no tener ni principio ni final, pero que al fin de cuenta siempre será interesante.
Creo que no me explico aún. Ella no es mi novia, ella es una y mil oraciones.
Ella es quien me quita el sueño y me despierta el amor.
Ella es a quien necesito ver cada mañana al abrir los ojos.
Ella es a quien yo amo.
Ella es todo para mí, aunque no sea mi novia.