¿Quién puede emocionarse más? ¿Un perrito o un bebé al ver llegar a su padre?
Creo fielmente en que un perro tiene la capacidad de emocionarse tanto como un bebé al ver llegar a su dueño, pues este, lo considera como un padre también.
Pataditas de emoción da el bebé al igual que el perrito. En este punto, la única diferencia parece ser la especie y una colita que se mueve de lado a lado… Pero, al ver esto, se nota que la emoción es la misma.
No sabemos qué pasará por la mente del perro, pero ¿Sabemos realmente lo que pasa por la mente del bebé?
Tampoco. Es técnicamente imposible medir el nivel de satisfacción de ambos, pero a las pruebas nos remitimos.
Se observa que ambos, expresan al menos de manera corporal, un enorme amor y añoranza por quien viene llegando.