Este síndrome, es conocido por proporcionar a quien lo padece un estrés externo o interno sumamente intenso. Es también conocido como cardiomiopatía de Takotsubo, se asemeja mucho a los síntomas presentes a un paro cardíaco.
Dolor en el diafragma o el pecho, esto dificulta la efectividad del proceso de respiración, son algunos de los síntomas. Pero, en general, es temporal, no deja daños permanentes que puedan afectar luego, solo influye al músculo cardíaco.
Estos sentimientos devastan profundamente, influyendo mayormente en el diafragma, además de debilitar los músculos y tu mente.
El desamor, es la razón principal relacionada con el síndrome del corazón roto, por lo que, las personas que hayan tenido alguna pérdida, sea por divorcio, algún rechazo, traición, son quienes más padecen de éste.
Dicho síndrome es originado por una saturación de hormonas, que de algún modo tengan relación con el estrés, como por ejemplo la adrenalina, el músculo cardíaco pierde su firmeza, ocasionando un dolor extraño e incómodo.
Suele presentarse en etapas como primavera y verano, comparándolo con el paro cardíaco, que tiende a presentarse en invierno. Las personas más vulnerables a sentir este síndrome, son aquellos que hayan tenido algún evento drástico.
Por ejemplo, un accidente automovilístico, una discusión fuerte, la molestia con alguna persona mientras conducía, así como cosas más sentimentales, como la partida de un ser querido.
Sin embargo, es más común ver que este síndrome haga aparición mayormente en las mujeres, tomando en cuenta que ya hayan pasado la menopausia, tienden a tener un mayor porcentaje de posibilidades de padecer de éste síndrome.
Es importante que tengas un buen autoestima si es posible que puedas padecer de este síndrome, pero ¿Cómo saberlo?, es básicamente prevenir al tener en cuenta que perderás algún ser querido o algún bien.
Puede prevenirse sabiendo cuáles son tus virtudes fuertes y cuáles son tus defectos, luchando por ser mejor y así cuando sufras de ésta pérdida, te tendrás a ti y al resto de tu entorno social, haciendo que te afecte menos, evitando el síndrome.
Las personas con el autoestima baja, viven un profundo riesgo de padecer este síndrome si una pérdida se hace presente; y mucho más que eso, podría llegar a afectar y hacer daños psicológicos permanentes, perjudicando sus vidas.
Bajo toda adversidad, tendrán en su mente la frase no puedo, perjudicando su día a día, este pensamiento afectará mucho más al preguntarse, ¿podré continuar sin este ser querido?, la respuesta es la misma y es la peor que puede haber.
Poco a poco irán perdiendo a sus amigos, que básicamente terminarían siendo el único apoyo además de la familia, llegando a resguardarse todos sus problemas, ahogándose en sus propias penas y arrepentimientos.
Finalmente, se irá alejando más de su familia, todo esto solamente si el daño es permanente en sus emociones. En muchos casos, tienden a pensar en quitarse la vida, pero las fuerzas ni siquiera son las necesarias para poder efectuar este acto.