Todo en nuestra vida para en cambios, y el amor es uno de ellos. El romance con el tiempo cambia y es depende de nosotros fortalecerlo, ya que este a la larga puede perder estabilidad. Comenzamos a ver diferente a lo que iniciamos, esa persona que está a tu lado ya no es tu príncipe azul y tú no eres la princesa que él conoció. Ese día que descubriste eso es porque empezaste a tener los primeros síntomas de SEPR (Síndrome de Estrés Post Romántico), marcando el declive del amor romántico.
El síndrome de Estrés Post – Romántico no está descrito en los manuales oficiales, pero cualquier terapeuta de pareja sabe sobre esto.
La mayoría de las parejas se convierten en víctimas de la propia biología que las unió en un primer momento. Ya que, cuando te encuentras inmerso en la primera oleada de amor tu cerebro está repleto de compuestos químicos que generan sólo ganas de tener sexo y te distraen de las imperfecciones de tu pareja.
La fase sobre el romanticismo dura de 12 o 18 meses, luego de ello se debe reforzar otros factores para que el amor perdure y siga su curso. Cuando el hechizo desaparece llega la experiencia del SEPR. Las parejas que se encuentran estables lo superan al toque, pero los que tienen dificultades y no han fortalecido sus lazos son los que caen en un clavado que puede hacer que la relación se rompa.
Lo que dicen muchos expertos es que el amor romántico siempre es efímero porque la biología se encarga de que el estado de enamoramiento no dure para siempre, ya que sería peligroso para la supervivencia. La creencia de la pasión desenfrenada es lo que te lleva al ataque del SEPR. Ya que se trata de una idea errónea que causa mucho dolor, pues es casi imposible que el amor romántico perdure mucho tiempo. La única forma de construir relaciones duraderas es realizar una transición del romance al compañerismo, creando así un amor duradero, con suficiente cantidad de sexo y estableciendo una relación saludable.