La empatía es la capacidad que tenemos de ponernos en el lugar del otro para entender sus sentimientos. No se trata de pensar o sentir lo mismo que alguien, o siempre estar de acuerdo en todo, lo único que debemos hacer es no juzgar a la otra persona, pues todos sentimos de maneras e intensidades distintas.

En una relación de pareja, la empatía puede llegar a ser complicada, incluso a veces hasta confusa. Hay días en los que solo quieres un abrazo después de haber tenido un problema en el trabajo, pero te reciben en casa con comentarios como “no deberías tomártelo tan a pecho”, sintiéndote menospreciada o tonta.
Si en algún momento con tu pareja sientes miedo de expresar tus sentimientos, decir lo que piensas o contarle tus problemas por miedo a que te diga que eres una exagerada, o que haces un drama de algo muy pequeño, háblalo con él, dile que muchas veces solo necesitas su apoyo, sus palabras de aliento y su hombro para llorar. Ambos están para apoyarse y juzgarse entre sí solo hace que se lastimen.

La comprensión debe estar presente siempre, no solo cuando te enfermes y él se haga cargo de ti por estar preocupado. Al igual que la confianza, es uno de los escalones más importantes para llegar a la cima de las relaciones felices.
No tengas miedo en hablar con él, pídele que te entienda, que te escuche y que sea tu confidente. Nuestra pareja es nuestro mayor apoyo, es quien a la larga no conoce más que cualquier otra persona, por eso en algunas oportunidades será quien nos dará los mejores consejos, basándose en todo lo que saben y conocen de nosotros. Abre tus sentimientos a él y pídele que los entienda.