Al momento de estar tristes cada persona reacciona de maneras distintas, a algunos se les hace muy fácil, pero a otros se les hace muy difícil o simplemente se niegan a hacerlo. El organismo cuando necesita liberarse del estrés o de la tristeza utiliza las lágrimas como una vía de escape. Mediante un estudio realizado se comprobó que llorar es muy bueno para la salud, así lo afirman los científicos.

Dicho estudio se realizó en la Universidad de Queensland a 197 participantes, algunos de ellos estudiantes. Se les puso durante 17 minutos videos tristes que les hicieran llorar, la mitad de ellos lo hizo. Posteriormente se les sometió a una prueba de estimulación en frío para medir cambios en la frecuencia cardiaca o en la presión sanguínea.
Luego de analizar los resultados se comprobó que la hormona del estrés, el cortisol, se mantuvo igual en los participantes que lloraron y en los que no. Pero físicamente aquellos participantes que lloraron, controlaron mejor su respiración y mantuvieron un ritmo cardíaco equilibrado, cosa que no pudieron hacer quienes no lograron llorar.
Contrario a lo que se piensa, llorar no es un síntoma de debilidad, es más bien una reacción positiva que usa el organismo para mantenerse en equilibro mental, emocional y físico. La directora del proyecto, la Doctora Leah Sharman, plantea que este proceso nos ayuda a enfrentar situaciones traumáticas, dolorosas o estresantes.

Seguro te ha pasado en algún momento que después de llorar experimentas una sensación de tranquilidad y placidez. Esto pasa ya que llorar tiene un efecto analgésico, así como las lágrimas cumplen un efecto antibacterial al eliminar toxinas.
Por eso, la próxima vez que quieras llorar, no te prives, ten un momento para ti y libera eso que sientes. Quizás luego de hacerlo puedas sentirte mucho mejor y tengas el ánimo para continuar con tu vida diaria.