Un padre no es simplemente esa persona que ayuda con las cosas del bebe, sino es ese ser que está en cada etapa de la vida de sus hijos. Lo importante en la vida de un niño es tener esa sensación y compañía que solo un papá pueden entregarle a un niño, recordando siempre que un hijo es una gran y maravillosa bendición.
El ejercer la paternidad no es solamente cumplir con la parte económica o estar a momentos en la vida del niño. El cerebro de los hombres cambia luego de que nace su hijo, es que gracias a investigaciones científicas donde se comprueba el impacto que tiene la madre en el desarrollo de los hijos pero lo lamentable es que a penas hoy en día es que se está examinando sobre la conexión del padre.
Su cuerpo padece cambios
Los expertos pudieron observar que al transcurrir los tres meses del nacimiento del bebe, se desarrolla un aumento en las áreas asociadas con la parte emocional. Se pudo conocer que estos padres que sufren estos cambian tienen menos posibilidad de padecer de depresión. El nivel de la hormona oxitócina va incrementando al igual que ocurre con la madre.
Se puede decir que el padre sencillamente puede relacionarse con sus hijos al mismo nivel sentimental que la madre. Los padres poseen una aptitud menos cálida y cariñosa con sus hijos y son distantes si afectan el desarrollo de su hijo.
Esto hace énfasis en que cuando los hijos sienten una sensación de frialdad y alejamiento por medio de sus padres, se sienten totalmente rechazados, y experimentan señales de ansiedad e inseguridad. Aparte que también pueden tener comportamientos agresivos a medida que van creciendo, y esto es algo que preocupa mucho a los expertos y pone en alerta a los futuros padres.
Para concluir:
Los padres deben comprender que es una hermosa responsabilidad en donde los dos cumplen un rol muy fundamental en la vida del niño. Ellos observan, oyen y aprenden demasiado rápido y tratan de repetir todo lo que miran o escuchan.
Los padres no deben nunca asumir un rol secundario en la vida de su propio hijo, sino más bien todo lo contrario. Todo esto señala que no interesa para nada si la madre o el padre cumplen su papel, sino que sean amorosos, aceptación y el entendimiento por parte de los dos. Hay que dejar de un lado las diferencias de género que lo que necesitamos es la crianza de nuestros hijos sea de una forma saludable y muy amorosa.