Todo aquel que ha amado verdaderamente, sabe lo que es salir herido en algún momento por amor. Con eso no quiero decir que el amor significa sufrimiento, sino que muchas veces no podemos controlar los sentimientos de los demás y en muchas ocasiones herimos o resultamos heridos e indudablemente pensamos en que esa persona debe recibir un castigo.
Realmente la venganza en el amor es un plato que muchos disfrutan, pero también es cierto que luego solo queda un gran y frío vacío, si pensamos en nuestro bienestar nos daremos cuenta que el mejor castigo que puede recibir aquel que nos lastima es el simple olvido…
Asumir la herida…
Para entender el sufrimiento que nos causa el dolor, debemos en principio reconocer y asumir la herida, asumir nuestro dolor nos permitirá aclarar lo que sentimos y lo que requerimos para sentirnos mejor, en tanto que cuando nos cegamos a lo ocurrido, comenzamos a cometer una serie de errores en la búsqueda inútil de una amarga venganza, que lejos de ser un real castigo para esa persona, será el inicio de una estrepitosa caída nuestra ante el sufrimiento, porque al final nos daremos cuenta que ninguna actuación en contra de esa persona nos dejará una satisfacción permanente más que el olvido.
Castiga con el olvido…
Cuando una persona nos hiere puede hacerlo de manera consciente o sin intención alguna, sin embargo, siempre tiene un grado de responsabilidad ante nosotros, de sabios es comprender que no nos corresponde juzgarlo. En ese caso lo mas sensato es olvidar, es no darle a esa persona más importancia de la que merece para nosotros, el castigo del olvido es el golpe más fulminante para una persona que sabe que significó todo en nuestra vida y de seguro es el más sano y sereno para nosotras.No traslades tus vivencias en tu alma, no permitas que te acompañen las amarguras en tus caminos, si caes debes levantarte, limpiar tu mente con el olvido y seguir adelante.
Fuente: Mujer