Cuando comenzamos una relación tenemos la ilusión de conocer a alguien espectacular que nos cambiará la perspectiva de ver el mundo. Donde nos enseñará a amar de verdad, demostrar cosas que nadie nos mostró y que será algo inimaginable. Ponemos a nuestra pareja reciente en un pedestal tan alto, que cuando lo conoces bien te das cuenta que es una persona común que se encuentra enamorado de ti.
Una persona que sólo te hace vivir un romance como todos los demás, que puede que te enseñe algunas cosas que no sabías pero que no es nada del otro mundo. Que tiene una perspectiva parecida a la tuya, así que la forma de ver el mundo es lo mismo sólo que ahora te encuentras acompañada/o.
Comienzas a quejarte por haberlo conocido, ya no quieres creer en el amor. Porque deseas un amor como en las películas, donde el hombre/mujer le cambia la vida de la otra persona, mostrándole todo de cabeza, distorsionando su realidad. Pero la realidad es que uno no debe poner en un pedestal a alguien antes de conocerlo, puede que si sea una persona interesante pero como te lo has imaginado alguien espectacular, has opacado su diferencia que tiene con los demás.
Debemos dejar de ser tan fantasiosas y concentrarnos en nuestra realidad. Tampoco te diré que esos amores no existen, porque si hay. Hay amores que son unos locos y pueden voltear tu mundo de cabeza, pero no son todos. Puede que haya personas que no te ponen el mundo de cabeza, pero te demuestra que son personas que se entregan mucho por amor, demostrándote que lo sencillo también llama la atención.
Disfrutemos de los detalles que nos puede ofrecer el amor, no nos concentremos en los grandes cambios sino en los pequeños que puede marcarnos mucho más. La vida está llena de sorpresas y aunque no sea como uno se imagina, podemos igual disfrutar de los placeres que tenemos y uno de ellos es el ser amado. Siéntete afortunada/o de poder tener con quien compartir tus ratos libres, de poder hacer cualquier cosa juntos, de vivir momentos lindos.
Deja el dramatismo para las películas y vive el hoy. “Y si estás enamorado eres el afortunado, porque la mayoría de nosotros estamos amargados por alguien.”