El enamoramiento es el primer paso del amor. Para acertar en la elección de nuestro enamorado es mejor que antes sepamos ver, con cierta claridad, quiénes somos nosotros. Cualquier persona no puede ser nuestra pareja. Solo conociéndonos podremos elegir adecuadamente con quién compartir nuestra vida.
Las relaciones amorosas nos cambian. Nos cambian hasta el punto de modificar la arquitectura de nuestro cerebro. Esto es debido a que cuando amamos se produce un aprendizaje intenso en nosotros. Cuando amamos a otra persona comenzamos a mirar el mundo con los ojos del otro. Abandonamos algunos hábitos para adoptar otros de nuestra pareja, buenos o malos. Así, el cerebro extiende su idea de sí mismo para incluir al otro y pasar del “yo” al “nosotros”.
Para crear un amor que sobrepase las etapas iniciales es positivo recordar que existen diferencias entre nuestra pareja y nosotros. Cuando nuestra razón para amar es el receptor de ese amor, aceptamos sus inseguridades, sus miedos y sus puntos más oscuros, favoreciendo así una atmósfera de confianza y comprensión. Piensa que el verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es.
“Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender”
-Françoise Sagan-
Sé que eres tú, porque solo contigo amo como ama el amor
Sabremos que hemos encontrado el amor cuando la relación con la persona con la compartimos nuestros días se basa en la compatibilidad, acompañada por la química y alejada de la apariencia. La distinguiremos porque será capaz de secar hasta la última de nuestras lágrimas con su comprensión y de dibujarnos esperanzas renovadas con su sonrisa.
Amar como ama el amor es comprender más allá de las miradas, conocer los temores del otro, su deseos, sus miedos, saber cuándo siente tristeza, dolor, o saber cuándo está receptivo, alegre o feliz. Cuando amamos al otro sin reservas, se produce en nuestro cuerpo y en nuestra mente una sensación subjetiva de bienestar inigualable a otras experiencias vitales.
Según el neuropsiquiatra Daniel Siegel, de la Universidad de California, “una relación de pareja comprensiva y de apoyo mutuo es el factor más potente para predecir una vida más larga, saludable y feliz”. Si has encontrado esto en su pareja sabrás que amar es encontrar en su felicidad la nuestra.
Fuente: La mente es maravillosa