La diferencia que existe entre un duelo patológico y la tristeza natural es el modo de afrontar la situación. Cuando sufres un duelo patológico el malestar es más grande ya que se siente víctima ante las circunstancias.
¿Cuáles son los síntomas?
Estancamiento en la situación
La vida avanza, todo evoluciona, sin embargo, la persona se ha quedado estancada en el punto de la ruptura. Ha materializado ese momento en su cabeza, repitiéndolo una y otra vez, sin olvidar ningún punto. Esto viene a ser un duelo patológico por motivo que aún se mantiene en conversación. Además la persona se posiciona literalmente como si todo su mundo se hubiese venido encima. No puede dejar de llorar sin consuelo, así haya pasado tiempo lo sigue recordando como el día en que sucedió el adiós.
Desesperanza
Tiene miedo de no poder encontrar una pareja después de haber vivido esta experiencia negativa. Siente un vacío existencial que duele y produce pesar. Este duelo crea sensaciones más amargas del desamor a través del recuerdo repetido de esa historia. También crea ese sentimiento irracional del tipo: “Sin ti no soy nada”.
El duelo patológico es remplazado por las ideas de dependencia afectivas. Tienen la creencia que la felicidad se basa en tener una pareja estable. Por tanto, para poder superar este tipo de tristeza también es saludable realizar una revisión de sus creencias personales. Recuerda que tu forma de pensar es lo que define la realidad del desamor que estás viviendo.