Cuando te enfrentas a algún agravio ¿cómo eres? ¿Débil, fuerte o feliz? El más débil se venga, el más fuerte perdona y el más feliz olvida. ¿En qué categoría te clasificas a ti mismo? Veamos cada una de estas reacciones en detalle.
El más débil se venga
La venganza es de los débiles, es una afirmación rigurosa pero tiene sus fundamentos. Hay personas que disfrutan devolviendo el mal, pero ¿hacia dónde nos lleva esto? Para vengarse, primero hay que convertirse en el malo y sacar toda la oscuridad que hay en nosotros.
Como dice el maestro Yoda, de la saga de películas de Star Wars: “El miedo es el camino hacia el lado oscuro. El miedo conduce a la ira. La ira conduce al odio. El odio lleva al sufrimiento”. Y todos sabemos que las historias épicas de La Guerra de las Galaxias se basan en gran parte en rencores y venganzas.
Quien se venga, quiere demostrar un punto: que es más fuerte. Pero al hacerlo, debe convertirse en débil, pues quien sucumbe ante todo lo malo que lleva dentro no puede considerarse un campeón o un guerrero. El honor, la dignidad y el respeto son rasgos fundamentales de la personalidad de un ganador. Quien se deja conducir por el odio, termina siendo, en última instancia, una persona muy vulnerable por dentro, como sucede con estos personajes de Star Wars, que por dentro en realidad están sufriendo mucho.
El fuerte perdona
Perdonar es un acto de valentía. Mientras más grave sea una ofensa, más difícil es liberar a la otra persona y liberarse a uno mismo de la cárcel del rencor a través del perdón. El perdón es una decisión que no tiene marcha atrás, si la tomas de corazón solo te queda avanzar. En cierto modo, quien perdona se libera del sufrimiento, pues se niega a odiar por más tiempo.
Es por eso que el perdón no es un regalo que damos a los demás sino a nosotros mismos. Albergar odio en nuestro corazón solo nos hace daño cada día, por lo que el perdón significa una liberación que todos debemos experimentar. Pero solo una persona fuerte es capaz de romper sus propias cadenas y convertirse en un libertador.
Tú puedes ser el libertador de tu propia vida a través del perdón y evitar vivir historias tan trágicas como la de Darth Vader.
El más feliz olvida
“Perdono, pero nunca olvido”. Esta es la frase que la mayoría de personas usan para perdonar. Evidentemente no podemos usar un rayo para borrar de nuestra memoria los acontecimientos pasados que han marcado nuestra vida de forma negativa. Lo que sí podemos hacer es no permitir que nuestros recuerdos del pasado tengan incidencia en nuestra vida presente para cerrarnos a amar o recordar “lo malas que son las personas”.
Hay que aprender a pasar página, cerrar los ciclos y seguir adelante. No podemos arrastrar el sufrimiento de un acontecimiento pasado durante toda la vida, pues de esa manera nunca podremos ser felices.
Las personas felices entienden que lo malo que les pasó en el pasado forma parte de quienes son, pues esto les ha ayudado a moldear su carácter y ser mejores personas; por tanto, no cambiarían nada de su pasado. Entonces, olvidar la ofensa no significa olvidar los sucesos tal y como sucedieron, sino olvidar cómo nos sentimos y tener una perspectiva diferente del problema. Así, seremos mucho más felices.