Cuando alguien te dice ” Ya no te amo” no es porque de pronto un día despertó y el amor se le apagó, lo que sucede es que su amor se estaba apagando poco a poco y quizá no te percataste de ello. El amor no muere de la noche a la mañana, el amor va muriendo lentamente, con cada desilusión, con cada decepción, con cada mentira, con descubrir poco a poco que nos enamoramos de algo irreal, con darnos cuenta de que no remamos en la misma dirección…
Muere el amor con cada palabra no escuchada, con cada ofensa, con cada gesto de desinterés, con cada intento fallido de hacer entender una posición… Agoniza cuando dejamos de buscar intimidad, cuando nos da igual recibir un beso o no, cuando no necesitamos la piel del otro cerca, cuando no extrañamos su respiración cerca de nuestro oído.
Sus síntomas son notorios, se hacen evidentes en miradas apagadas, en desgano, en apatía, en reclamos y críticas, en el poco interés de encontrar soluciones a lo que nos afecta como pareja, en darle prioridad a cualquier otra cosa, en inversiones de tiempo en otros intereses, en la escases de detalles, en el no querer hacer nada por la otra persona.
Quien diga que lo dejaron de amar de la noche a mañana, sencillamente no estaba presente o no quiso ver cuando el amor fue muriendo… Porque eso es algo que se respira en el ambiente y si no se desea que el amor muera hay que tomar medidas radicales, aplicar cambios, buscar alternativas, si nos interesa que no muera, dar lo mejor de nosotros, entusiasmar y convencer al otro si ha perdido las ganas y procurar que no se muera.No es sencillo encontrar a una persona que nos ame y que podamos amar, parece, pero la verdad es que no lo es… Si se tiene, lo más fácil y que genera mayores beneficios es cultivar ese amor, dar, valorar, agradecer, estar, cuidar… Que no nos tome por sorpresa un: Ya no te amo, porque para llegar allí, hay un camino por recorrer.
Fuente: Mujer