Todos en algún momento hemos sido víctimas del amor, de la traición, humillación, de algún tipo de violencia, indiferencia o frialdad. Pero lo cierto es que cada uno elige su propio destino, y si uno es débil de carácter obviamente que sentirás sufrimiento al amar tan intensamente.
Muchas personas llegan a desconfiar de su relación “cuando todo anda bien” tienen miedo a que en el momento menos esperado puedan sufrir. Comienza a venir muchas preguntas a nuestra cabeza ¿Me amará como yo lo amo? ¿Seré suficiente para esa persona? Lo cierto de todo esto, es que el amor como otros valores no puede escapar de los “paradigmas sociales”, construyendo la realidad dependiendo de los intereses de cada uno; el amor como sufrimiento es un paradigma que no sólo nos limita, esclaviza, estanca sino que además en los tiempos que corren y con las herramientas que se posee debe tener mucho cuidado.
Lo que debemos entender, es que el sufrimiento y el amor no deben encontrarse en una misma oración. Son totalmente distintos, el amor en ningún momento nos dicen que es dañina, porque en ese caso no sería amor, sería una relación tóxica que te quita amor y te daña. El amor es libre, tiene libertad de elección, se ama con libertad y se está con esa persona porque es tu elección estar con esa persona porque te sientes bien a su lado, porque todo anda bien.
No seas como otras personas que les gustan sufrir por abajo, todo para que las apariencias hablen bien de esa persona. Jamás te pongas una careta que evite dejar ver a la sociedad tus heridas profundas que te está causando esa relación. Ten libertad de elección y siéntete bien a su lado, porque si no es así entonces no es amor lo que sientes.
Por supuesto que habrá momentos de tensión, de silencios, de diferentes opiniones, es lógico somos seres humanos que convivimos en una mismo espacio; pero en la medida que vas aceptando las diferencias de género y pensamientos; aprenderás que las diferencias no hacen sufrir a uno, son para aceptar y madurar. Cuando se ama no se sufre, se ama. Cuando se sufre por amor, se sufre realmente por estar apegada a las creencias que tenemos sobre el amor; y sobretodo, por la resistencia de lo que sucede.