Dime ¿Valió la pena todo lo que te preocupaste ayer?

147

Cuando se hace referencia al pasado, algunas cosas que ocurrieron en ese tiempo tienen la capacidad de poder cambiar momentáneamente nuestro estado de ánimo, pues podemos recordar momentos o situaciones felices, tristes, de suspenso, o de cualquier otra índole muy diferente al que se está viviendo.

Sin embargo, esos recuerdos podrían hacer que nuestras preocupaciones se pueden volver una reacción natural ante cualquier situación que debamos afrontar, incluso aquellas que solo afrontaremos en nuestras mentes, porque jamás ocurrirán.

Como todo en la vida, todo en exceso es dañino, y aplica de igual manera a nuestro comportamiento ante la vida, el preocuparnos demasiado o ser completamente despreocupados por todo.

Ads

Haciendo énfasis en lo segundo, ciertamente una actitud relajada ante la vida y sus procesos, no es lo más natural de ver en la conducta humana. Tenemos facilidad para generar dramas anticipándonos al futuro de manera fatalista, imaginando los peores resultados posibles.

Y, no conforme con ello, muchas veces escudamos esa actitud en nuestro afán por tener todos los potenciales escenarios cubiertos, mostrándonos como seres previsivos, responsables y planificados.

Sin embargo, lo que hacemos al preocuparnos es que nos desconectamos de nuestro bienestar natural y comenzamos a enfocarnos en cosas que no nos hacen sentir cómodos, y lo peor del caso es que creamos en nuestras mentes, terribles situaciones, que, como buenos creadores, muy probablemente terminemos manifestando en nuestras vidas.

Luego, nos robamos la paz del presente, podemos interferir de forma indeseada en la creación de nuestro futuro y no aportamos nada positivo al preocuparnos. Preocuparse solo es un desgaste de energía y una pérdida de tiempo.

Ads

Puede parecer difícil simplemente esperar el mejor resultado posible, sin tener que pasearnos mentalmente por las múltiples opciones que difieren de lo que nos gustaría que ocurriese. Pero, aunque sea difícil, esta es nuestra mejor opción.

No se gana nada al preocuparse, ni siquiera se puede evitar que algo ocurra porque ya se haya imaginado, en todo caso si se puede predisponer a la mente para recibirlo.

Recordemos que, todo lo que evitamos lo atraemos, todo lo que nos resistimos, lo atraemos, todo en lo que nos enfocamos, lo atraemos.