En el mundo existen hombres que no merecen ser mencionados, y otros que se acercan a lo que puede considerarse como “casi” perfecto. A lo largo de la vida, son esos que no merecen ser mencionados los que te hacen madurar y entender realmente, cómo va ese asunto de amar.
Si te suena familiar, es porque seguramente tuviste que lidiar con algún patán en medio de tus relaciones. Pues bueno, quiero que veas este artículo, no como un asunto de venganza, porque la venganza es para los débiles. Míralo mejor, como una guía de qué responderle a ese hombre que no te valoró y que hoy, decide marcharse sin remordimiento alguno.
“Sé que me viste débil, pero por dentro soy la persona más fuerte que podrás conocer.
Sí, efectivamente eres libre de irte, y te pido, por favor, que si lo vas hacer, no dures mucho en marcharte.
Me gusta vivir en paz, y ciertamente, tú no sabes dármela, pero con mucha facilidad, me la quitas.
Así que, adelante, vete con tu desastrosa manera de amar a otra parte, y haznos el favor de no regresar.
Pues habrá quien te quiera, pero seguramente nunca conseguirás a alguien que te ruegue.
A mí en lo particular, me gusta despertar con una buena sonrisa, y no planeo compartir mi cama con alguien que no me provoca felicidad.
Y honestamente, no te deseo mal, solo espero que lo que hagas y desees, se te multiplique.
Recuerda que, si estuve contigo, no fue porque lo necesité, fue porque lo decidí.
Y del mismo modo, decido que lo mejor es que te vayas para no volverte a ver más nunca.
Me conociste siento flexible emocionalmente, pero tu actitud me hizo volverme la persona más rígida, al menos contigo.
Te aprovechaste de la humildad que te ofrecí. Intentaste hundirme y ofenderme, y aún así, te enseñé, aconsejé y soporté.
Finalmente, hoy te perdono, pues no te dejaré que arruines mi vida hundiéndome en el rencor.
Así que, si algún día me saludas de nuevo, te devolveré el saludo.
Si algún día me sonríes de nuevo, te responderé con una sonrisa.
Si algún día quieres intentar reconquistarme, te sugiero que lo medites muy bien, porque de mi parte, mi corazón, es lo único que más nunca voy a darte”.