Deseo que de un beso, olvide el sabor y nombre de los anteriores desamores.
Que de entre tus manos entrelazadas con las mías, nazca tal seguridad que ningún necio rompa la confianza que tengo en ti.
Deseo que cada latido de mi corazón lleve tu nombre y que el romanticismo deje de ser cursi cuando te hable de lo mucho que te amo.
Deseo que con cada abrazo que me des, reúnas las partes rotas de mi alma y me enseñes de nuevo a querer.
Deseo que no seas uno más de mi lista negra, aquella donde apunto a puño y letra los nombres y apellidos a los que he llegado amar, y ahora son desconocidos, y alguno que otro, merecen rencor de mi parte.
Deseo que me hagas entender que el pasado no es tan importante si en mi presente estás tú, hablándome de un posible futuro juntos.
Deseo que entre todas las personas maravillosas a las que he conocido, tú seas la que perdure hasta el final de mis días.
Lo sé, deseo mucho, pero como no desear desearte si tú me envicias con esa manera de quererme tan particular.
Cómo no desear tenerte conmigo si me amas de tal modo que no siento que me prives de mi libertad.
Cómo no desear que me desees, si ya te entregué todo de mí, y has cuidado cada parte de ello como si fuese tuyo.