Madurez, esa es la palabra clave para definir este artículo. Según la RAE, la madurez es el buen juicio o prudencia, la sensatez. ¿Por qué todavía esto nos parece incómodo? Probablemente, porque según nuestra sociedad, esta palabra ha sido vinculada con el aburrimiento y la seriedad. A pesar de esto, según esta definición, podemos deducir que se trata de una plenitud vital consigo mismo. Naturalmente, esta plenitud podemos desarrollarla en varios aspectos, como el familiar, personal o psicológico. El tema está en que también es bastante válido en el amor. Acá te mostraremos cómo la mujer se desarrolla bajo estos parámetros.
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Espera a tranquilizarte para hablar
Las emociones suelen ser bastante tramposas cuando se salen de control, por ello nunca hay que darle rienda suelta en nuestra vida. Tienes que estar bastante consciente de que en un momento de furia total, puedes decir cosas que en realidad no sientes, pero que por ira lo dijiste. Lo recomendable es esperar, alejarse un rato y calmarse para luego hablar y resolverlo.
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Nunca dar nada por hecho
No puedes jamás concluir nada que no sepas o no tengas una prueba fehaciente de ello. No creas ningún tipo de escenario que solamente existe en tu imaginación. Es completamente normal sentir celos, pero solamente si son con base y propiedad. Lo mejor es preguntar antes de reclamar.
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El respeto ante todo
Puedes estar completamente molesta con esa persona, e incluso tener millones de ideas en la mente y, en el peor de los casos, tener razón. Pero siempre debes saber escuchar porque en todo conflicto es necesario entender que hay dos partes, no solamente una. La suya es solo una versión de lo sucedido pero siempre es necesaria para poder comprender por completo el problema. Por ello, siempre es bueno respetar la palabra de tu pareja y escucharlo para intentar comprender mejor todo.
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Sin manipulaciones
Algunas mujeres son completamente rebasadas por sus emociones y otras, simplemente lo hacen como si fuera una especie de ventaja para poder arreglar los problemas. En medio de una situación difícil, donde ya no tiene argumentos para defenderse, simplemente comienza a llorar como si eso fuera un plan de escape a toda situación y hacen que su pareja se sienta culpable por hacerlas llorar. Una mujer adulta no recurre a esta situación y prefiere asumirlo todo como una persona civilizada.
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Sabe que ella sola no va a resolver el problema
Como mencionamos anteriormente, el problema es de dos, no de una sola persona, por ello siempre es bueno escuchar a tu pareja. Además, ustedes son un equipo y lo más recomendable es que actúen como tal y logren resolver todo juntos.
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Reconoce errores
Una mujer lo suficientemente madura, sabe reconocer sus errores y pedir perdón cuando ella se equivoca. Hay que dejar atrás el orgullo y la arrogancia y empezar a reconocer las cosas cuando son necesarias.
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No asume posturas
Sabemos que la otra persona no es adivina y nosotras tampoco lo somos, por ello siempre explica todo, para que la otra persona esté enterada de cuáles son sus verdaderos sentimientos y por ello, todo lo resuelve hablando y siendo honesta.
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Saber perdonar
Perdonar no implica decirlo y ya, perdonar implica que ya no vas a sacarle en cara a esa persona algo que hizo, porque se supone que sabes que las personas cometen errores porque somos humanos y entiendes perfectamente que todo puede tener arreglo.
La madurez no es una cuestión de edad, sino de la actitud que tengas en tu vida amorosa, puedes tener 19 o 34 y ser una persona completamente inmadura o una persona increíblemente concentrada en lo que quiere.