En estos tiempos estamos muy habituados a pensar desde lo negativo o desde lo catastrófico. Es lo común cuando nos acostumbramos a vivir y a enfocarnos desde lo malo de las cosas que nos suceden, a tal punto que nos olvidamos de lo bueno que realmente puede ser la vida. No por nada, una canción dice por allí: “NO HAY QUE SUFRIR, NO HAY QUE LLORAR. ¡LA VIDA ES UNA Y ES UN CARNAVAL!”.

A veces, lo más práctico para no morir de pensamientos negativos es llenando tu mente de pensamientos positivos, para que así no haya espacio para nada más. ¿Sabías que eso tiene algunas ventajas en tu salud?
Cuando te dedicas cosas que te hagan sentir bien:
“Hoy me va a ir de maravilla”
“Me veo genial en el espejo”
“Soy una persona muy exitosa/talentosa”
“Tengo mucho potencial que explotar”
“Mi vida esta bien tal como esta”
“En mi futuro me esperan muchos éxitos”
Tu estado de ánimo mejorará considerablemente. Empezarás a verte más saludable, alegre, lleno de energía y con la sensación de que puedes hacer todo lo que te propongas. Y como el éxito (sobre uno mismo) atrae al éxito (en el exterior), ¡no te sorprendas cuando las cosas en tu vida empiecen a llenarse de cosas positivas!

Recuerda esto siempre: como es arriba es abajo, y como es adentro es afuera. Cuando tu mente se llena de cosas positivas, ¡verás como tu vida entera también se llenara de cosas positivas!