Como bien sabemos las relaciones toxicas son comunes entre los seres humanos, ya sea de pareja, amigos, familiares, etc.
Nadie se escapa de conocer a alguien por la cual su relación no sea agradable y por más intensiones que se intenten aplicar para salvarla hay estímulos externos que no aplican para lograr este objetivo.
Para una relación estable se necesita la unión de varios parámetros que realizan el estímulo a nivel emocional:
En cada ser humano o en los sujetos que esta condición se presente.
A nivel psicológico podemos decir que la obsesión y la dependencia afectiva produce en la relación el concepto toxico ya que la dominancia por las partes acaba causando un resentimiento y rechazo hacia el otro.
Es allí donde la inteligencia debe ser la cara dura o la coraza en cada corazón del ser humano y no solo aquella inteligencia que se relaciona con el coeficiente si no específicamente la que se relaciona con las emociones.
La llamada inteligencia emocional, la que te da la alerta de que algo no esta funcionando y que en cualquier momento puede estallar, así que no hay que dejarse llevar ni decir que eso suele suceder ni que es normal.
Establecer que busca uno del otro, no ocultarse nada, debido a que al tiempo repercutiría en la relación creando una gran falta de confianza lo cual haría la formación de una relación tóxica.
Decir no a tiempo puede presentarse duro al momento, ya que, si hablamos de amor, solemos pensar que nunca se va a terminar la relación, al igual que una relación familiar o de amistad.
Pero a causa de los estímulos tóxicos o las acciones del otro van causando un desencanto en alguno de los dos como causa queda el rechazo afectivo y este es como el trampolín para tomar la decisión correcta y en el momento correcto, sin embargo, no se ve fácil, pero tampoco es imposible.
Existe una gran diferencia para definir hasta que punto es suficiente arriesgarse por salvar la relación o terminar de cerrar el ciclo:
El dolor siempre será el protagonista de las separaciones amorosas o amistosas, pero según las culturas se dice que no se puede estar con Dios y con el Diablo al mismo tiempo, por ende, es mejor estar en sana paz con alguien que no cause en ti alguna molestia que estar en un infierno sin salida.
El ser humano es capaz de razonar, por lo tanto, sabe que es lo bueno y que es lo malo, y sabe cómo llegar a esos parámetros, así que si hay falencias o indicios de relación toxica lo sabemos determinar, no hay que dejarlos pasar y hay que estar muy pendientes por que a veces aferrarse mucho a algo puede ser dañino.
El no suele ser muy fácil de decir para el ser humano, sin embargo, en el tiempo exacto es necesario aceptar que en algunas oportunidades de nuestra vista debemos decirlo.
No por hacernos daño o algo sino más bien por nuestro futuro y por mantener un bienestar psicológico estable donde este no nos perjudique cuando ya sea tarde.
Siempre hay que tener en cuenta y tener en cuenta para no perjudicar a nadie:
Este no aplica solo para relaciones de parejas, suele compararse con una simple entrevista de trabajo hasta el abandono de un cargo que tienes mas de 10 años en él.
Solo es necesario saber en que momento se debe decir que no y aprender que no lo estas haciendo por perjudicar a otros si no por no perjudicarte a ti, ya que la felicidad es totalmente subjetiva y esta puede marcar la diferencia como ser humano.