Aprender a retirarse a tiempo cuando estamos ante una situación compleja, reflexionar, pensar en lo sucedido, comprender cómo nos sentimos y regresar para volver a intentarlo una vez que hayamos recuperado fuerzas, es un acto de valentía.
Elegir el momento adecuado para retirarse de una relación, de una discusión con otra persona o de un trabajo que no nos satisface requiere fuerza de voluntad y superar el miedo a las consecuencias. En ocasiones vivimos situaciones que nos desgastan y no somos capaces de salir para retomar fuerzas.
Cómo gestionar tus emociones para recuperar energía
El uso de la inteligencia emocional pasa por identificar nuestras emociones y estados de ánimo: reconocer cuándo estamos enfadados, nerviosos o tristes, para poder actuar sobre el origen de la emoción y en el último caso sobre la emoción misma. A continuación te damos algunas herramientas para gestionar emociones negativas:
Piensa en tus virtudes y no en tus debilidades
Si te paras un momento a pensar en todo lo que te dices cuando te ocurre algo negativo, te darás cuenta de que eres tú misma la que alimenta a esa emoción y hace que, poco a poco, se vaya haciendo más grande. Así, si al principio era fácil de manejar, cuando lo ha contaminado todo puede llegar a representar un gran reto.
Si cometes un error en el trabajo no es necesario que te tortures, sino que aprendas. Que no dejes crecer el desánimo, recordando todas las veces en que has hecho cosas bien. De esa forma relativizarás lo sucedido, gestionarás las emociones negativas y podrás regresar a tu paz interior.
“La razón es fría, pero ve claro. La emoción debe dar calor, pero sin hacer perder esa claridad”