Las rupturas siempre guardan aprendizajes. En toda relación de pareja al comienzo se crean expectativas, que a lo largo del tiempo suelen ser o desechadas o superadas. Tal como sea el caso, la convivencia en pareja siempre trae consigo algo que aprender.
Cuando se da por terminada una relación no siempre ocurre de manera sana, pues es una inversión de tiempo, energía, emociones y sentimientos. Invertimos sueños y nos proponemos metas junto a esa persona que está con nosotros y con la que nos propusimos pasar nuestra vida.
Una ruptura amorosa, es un proceso que trascurre con sentimientos encontrados que van desde la culpa hasta la decepción. Es normal, como todo proceso que lleve tiempo superarse.
Es necesario y vital encontrarse con nuestros propios sentimientos, hacer una introspección y meditar sobre las fallas o aciertos que tuvimos en esa relación y evaluar los pros y los contras que nos trajo a nuestra vida.
“Una de las herramientas que tenemos a la mano y que nos acercará a la superación de toda ruptura, es la técnica del perdón y auto perdón”.
Perdonarse implica saber en qué fallamos, que dejamos de hacer y reconocer nuestros errores. Una pareja supone el compromiso e interés de “dos personas”, las expectativas de ambas, y eso conlleva a que son “dos” los responsables que la relación fallará.
Se debe reconocer culpas, trabajar en nuestros errores y reconocernos interiormente. También saber que quizás dejamos de hacer algo y esperábamos de la otra persona algo que nunca le dijimos, nunca lo expresamos y que esperábamos que por arte de magia nuestra pareja asumiera y comprendiera.
Te dejo este video a manera de reflexión.