Seguramente ya has escuchado esa frase: “El amor eterno, dura 2 o 3 meses”. ¿Para ti, cuánto dura el amor? Antes de empezar hablar sobre la durabilidad de este estado emocional, hay que hacer una aclaratoria: No es lo mismo amar, que estar enamorados.
Quien crea en esta frase, entonces está equivocado. El amor dura tanto, como usted lo ponga en práctica, el enamoramiento, en cambio, acaba en unos 3 meses o, en los mejores casos, puede extenderse hasta por 6 meses – 1 año.
Pero ¿Cuál es la diferencia entre amar y estar enamorado? ¿Por qué una se prolonga más que la otra? El enamoramiento, es un proceso previo a la relación y que se extiende en el inicio de la misma.
Estar enamorado, es lo que nos da pie a querer estar con otra persona. Esa sensación de mariposas en el estómago, atracción sexual y añoranza constante, es propia del enamoramiento. Esto es porque el enamorado, realza las virtudes del otro, sin tener en cuenta sus defectos, al punto de casi “idealizarlo”. Por ello, enamorarse es peligroso cuando nos dejamos invadir por el sentimiento por completo.
El enamorado no sabe de problemas u obstáculos. El enamorado se siente el ser más fuerte del mundo al lado de su amante. El enamorado no conoce de rechazos y siempre superpondrá a su pareja por encima de cualquier cosa. El enamorado solo atiende a la parte más primitiva de su cerebro, dicha parte es la que se encarga de tomar esas decisiones del “corazón”.
Pero esto es solo un proceso químico que surge por parte del deseo descontrolado por querer estar con alguien, proceso el cual acaba en 3 meses aproximadamente.
Una vez que esta magia acaba, el enamorado tendrá que evaluarse y preguntarse: ¿Esta relación fue puro deseo, o estoy listo para amar? Es ahí cuando AMAR, se vuelve una decisión y un estado emocional por elección.
Amar no se trata del deseo carnal y sentimental por otra persona, amar se trata de acciones desinteresadas que buscan siempre el bien del otro y común de la pareja. Sí, si hay un sentimiento de por medio que incentiva estas acciones, pero no es el amor en sí. El amor es un acto de sacrificio, mejora y trascendencia de la persona en la que siempre buscará que la pareja, esté bien, incluso, por encima del bienestar propio.
Estas acciones, no se acaban hasta que tú lo decidas, porque justamente, son acciones y no sentimientos. El cariño, el deseo y la necesidad, son solo las causas y al mismo tiempo, síntomas del amor que ofreces y recibes.