Cuando una mujer habla mucho, es porque tiene algo que decir, y aunque no sea importante, si te lo dice a ti, es porque le importas lo suficiente como para compartir contigo hasta las más mínimas tonterías.
Cuando una mujer no puede evitar sonreír al verte hablar de algo que te apasiona, alégrate, porque tienes en tu audiencia, a la mujer que te ama con locura y daría cualquier cosa por estar contigo.
Cuando una mujer no puede dejar de abrazarte, es porque tiene la fuerte necesidad de tenerte a su lado.
Cuando una mujer no cuenta sus secretos, es porque quizá, aún, no te has ganado toda su confianza.
Cuando una mujer se enfurece, es porque le has dado los motivos suficientes para hacerla estallar de rabia.
Cuando una mujer llora por ti, es porque realmente estás dentro de su corazón y cualquier mala acción puede hacerla sentir decepcionada.
Cuando ella hace muchas preguntas, es porque quizás ya sabe las respuestas y solo busca que tú se lo aclares y… Cuando una mujer ya no dice nada, es porque quizá se dio por vencida y está permitiendo que las cosas sigan su curso y lleguen a su fin.
Si una mujer está a tu lado, presta a tención a cada una de sus acciones, porque si te ama, ella lo hará contigo.
No le permitas llorar por una falta y no le permitas pasar un día sin sonreirá porque en el fondo, ella cuenta contigo para que le alegres los días más grises y la acompañes en sus momentos más difíciles, así como en los más maravillosos.