Este es el caso de esta pequeña cachorra que, desde pequeña, fue abandonada y maltratada por todas las personas que se cruzaron en su camino, creando así, un trauma psicológico que le hacía retorcerse del miedo ante la presencia cercana de otra persona.
La perrita es de Crocovia, y fue una pareja de ancianos los cuales pusieron la denuncia del abandono, a la cual acudieron expertos para ayudarle.
Al intentarse acercarse a ella, el trauma provocó que el mínimo intento de caricia resultara parecer una tortuosa paliza.
Afortunadamente, y con mano firme, la experta pudo acercarse de a poco a la perrita para demostrarle que, no todo en la vida, es sufrimiento y maltrato.
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