Hay momentos en nuestras vidas que son muy devastadoras, que nos suele consumir porque no vemos que haya una solución, lo vemos como todo perdido, sin ninguna solución, sentimos como si fuera nuestro fin. Pero no somos conscientes en ese instante que esos momentos malos que vivimos nos servirá para el futuro, que nos enseñará a ser grandes persona, a lograr lo que queremos en la vida. Mucha de esos malos momentos nos enseña a ser más fuerte en la vida y a tener cuidado para no volver a cometer esos mismos errores.
Debemos darnos cuenta que el mundo nos necesita y que no hay lugar para la tristeza, y mucho menos para la soledad. Es muy difícil luchar contra ese sentimiento, pero pensemos que nuestra sonrisa es lo fundamental para poder seguir viviendo, para tener ánimos y alzarnos para alcanzar lo que tanto anhelamos. Siempre vale la pena sonreír, porque así podemos ver nuestra vida con otros ojos llenos de esperanza, confiando a que ese problema nos dará enseñanzas útiles para nuestra vida. No se quedará ahí por siempre, en el momento menos esperado se va a solucionar. Para así ya no sentirnos vacías por no hacer nada en aquello que ya no tiene una solución.
Cada vez que derrames una lágrima, piensa en las razones que necesitas para tener una sonrisa en tu rostro, te aseguro que así tu corazón revive, convirtiéndote en una persona luchadora y en una mujer mucho más fuerte, que no le teme a los problemas porque sabe cómo enfrentarlos.
Ten siempre en mente: Eres única, nadie tiene derecho de humillarte, de hacerte sentir menos, así sea la persona que más quieras en la vida. Porque si te quiere de verdad jamás hará esas humillaciones hacia ti, porque quien quiere no hiere.
Empieza por darte una oportunidad a ti misma, a ser diferente y dejar esos sentimientos vacíos que no te ayudan en nada, más que nada te hunden en un pozo sin salida. Es momento de salir de ahí y verlo todo con alegría, puede ser en un inicio difícil, pero si acostumbras a ser feliz poco a poco tu organismo lo captará teniéndolo siempre presente esas buenas energías. Tenemos mucho que dar al mundo y sobre todo a nosotras mismas.