Imagínate por un momento la siguiente escena: estás por llegar a casa después de un largo día de trabajo, y lo único que esperas es encontrar la cena lista para comerla y tumbarte en la cama hasta el día siguiente Cuando abres la puerta, te recibe tu pareja con comida en mano, salvo que no es una de tus comidas predilectas.
Ante esta situación, lo primero que haces es gritarle: ¿qué se supone que es esto? ¿No pudiste hacer algo mejor que esto o no te da la cabeza? Tu chico te mira sorprendido y te dice que es una receta que aprendió de su abuela y que la preparó especialmente para ti. ¿Qué haces luego? ¿Le pides disculpas por haber reaccionado de manera exagerada o refuerzas el descontento con frases cada vez más hirientes?
Ese tipo de lenguaje el que tú has utilizado- revela el factor más peligroso en cualquier relación, por más estable que parezca: el desprecio. Minimizando al otro anulas cualquier posibilidad de diálogo, y ya sabes muy bien cuál es el papel de la comunicación en una relación.
El desprecio es incluso más dañino que la negatividad, pues está hecho tanto de ira como de disgusto y termina rompiendo con el sano equilibrio de la pareja. Es entonces cuando el minimizado se ve frustrado y piensa que ya no lo quieres. La pareja se convierte entonces en una relación de dominación y sumisión que silenciosamente va carcomiendo sus cimientos.
Cuanto te sientes con mayores capacidades que tu media naranja, no solamente te vulneras a no respetar sus opiniones sino que también se reduce la empatía y poder ver las cosas desde su punto de vista. Las relaciones, aun cuando cada persona es única e irrepetible, deben ser lo más simétricas posible, pues uno es tan necesario como el otro.
Es así que te invito a que revises si estás experimentado desprecio en tu relación ya sea como víctima del mismo o como el que desprecia. Ya con revisar estás dando el primer paso, pues tomar conciencia de lo que ocurre permite dar visibilidad al problema, y si sientes que no pueden solos porque ya está bastante avanzado, lo mejor será buscar ayuda profesional si de verdad quieren recuperar su relación.