Las crisis existenciales son producidas por traumatismo generados, en su mayoría, durante la infancia, no por esto los adultos estamos absueltos de sufrir algún tipo de trastorno emocional. Muchas de las personas que padecen este tipo de trastornos, no suelen expresarlo o hacer tan obvio sus síntomas, lo cual hace difícil identificarlos. Las crisis de ansiedad son una de las señales más claras de que la persona has sufrido algún tipo de trastorno emocional.
A pesar de que los trastornos emocionales más conocidos son la depresión y la bipolaridad, son las crisis de ansiedad las que suele manifestarse con más facilidad. Estas crisis, en comparación a la depresión y bipolaridad, son más comunes de lo que se cree.
Las crisis de ansiedad, se pueden evidenciar en episodios de excesiva angustia, preocupación y estrés, donde la persona pierde el control de la inteligencia emocional y entran en un estado de depresión momentánea. El mayor peligro de estas crisis es que, al volverse frecuentes, pueden convertirse en otro tipo de trastornos emocionales los cuales deberán ser tratados con especialistas
La manera más fácil de controlarlos, es asumiendo y aceptando el motivo de la crisis. El desconocimiento de la raíz del problema, es quizás la causa número uno de por qué existen muchos ataques de ansiedad. Cuando se identifica el problema, la persona puede adoptar un tipo de actitud distinta, y poner en ejercicio la inteligencia emocional para que los ataques de estrés o angustia excesivos se puedan manejar con mayor facilidad
Finalmente, el ocupar la mente en actividades creativas y exigentes, hace que la mente trabaje constantemente, manteniéndole ocupada; de este modo, no existe tiempo para que la persona piense en aquello que le preocupa o le perturba y genera las crisis de ansiedad.