Puede ser que esto sea muy trillado, que siempre hablemos de este tipo de amores que nunca comprendemos. De esos amores que nos confunde el tiempo juntos, las emociones, los abrazos, los besos de borrachera.
Llevamos como 2 años y medio de amigos, nos decimos que somos mejores amigos, que estaremos en las buenas y en las malas. Que cuando nos sentimos solos nos llamamos, que cuando no hay nadie quien nos acompañe a ver nuestra película favorita nos llamamos, que cuando no tenemos el valor de hacerlo nos damos fuerzas.
Hemos estado en todos los momentos. Cuando te enamoraste de la chica linda del salón de la universidad. Te ayudé a conquistarla, aún recuerdo que tuve que hacerme amiga de esa pesada. Te dije que te iba a hacer daño pero como estabas tan enamorado no me hiciste caso. Al final tuve la satisfacción de decirte “te lo dije”.
Me diste valor para enfrentar a mi madre y decirle que quería cambiar de carrera porque lo que estaba estudiando no me gustaba. Fue un momento duro de mi vida pero lo supere a tu lado.
A mí también me gustaron muchos chicos, pero ninguno de ellos a podio reemplazar lo que siento por ti. No sé lo que tienes, pero lo tienes y haces que me cautive tanto.
Quisiera a veces decirte cuando nos reunimos en nuestro lugar secreto. Aprovechar y poder decirte lo que siente, pero tengo tanto miedo a que me digas que sólo me quieres como una amiga, como una hermana y que jamás me verás cómo alguien más. No quiero alejarme de ti, prefiero tragarme mi amor y estar contigo hasta las últimas. Ser mejores amigos es mucho mejor que estar lejos de ti.
Mi amor puede esperar en ese rincón de mi corazón. Podrás evitar toda declaración, pero lo que si no evitarás es que mis mensajes sean con doble intención, mis abrazos, mis besos en las mejillas, mis miradas descontroladas hacia ti. Siempre mi actitud contigo será con la intención que algún día puedas verme como alguien más.
No sé si algún día me verás cómo alguien más, pero mientras tanto yo estaré esperando aquí hasta el día en que decidas buscarme.