¿Cuándo podemos dar una segunda oportunidad a alguien que nos ha traicionado, nos ha sido infiel o de algún otro modo, nos ha lastimado?
Todos, sin excepción, alguna vez hemos fallado a alguien que nos ama, y sabemos lo duro que resulta que no te perdonen. Esta segunda oportunidad se da en la medida que la pareja, esté dispuesta a superarlo todo y mantenerse fuerte frente a las adversidades.
Una de las mayores razones por la cual, una persona no da una segunda oportunidad, es que le teme al “qué podrá decir la gente”. Desde pequeños nos enseñan que perdonar es bueno, pero irónicamente, el tema de dar segundas oportunidades, parece ser una falta de respeto hacia uno mismo.
Si bien es cierto que podemos perdonar sin dar segundas oportunidades, también es cierto que, dependiendo del grado del acto de deslealtad, podemos considerar dar este segundo chance. Sin embargo, no todos tenemos esa fortaleza para ofrecerlo, y no es malo, no es debilidad el negarlo.
No ofrecer segundas oportunidades es una forma de velar siempre por nuestro propio bienestar. Es un sistema de defensa para no volver a ser lastimados porque, quien la hace una, puede que la haga dos y hasta más veces.
Entonces ¿Cuándo podemos dar una segunda oportunidad?
Podemos ofrecer esta segunda oportunidad cuando la otra persona se esfuerza más en remediar y mejorar sus acciones, que en pedir perdón. Pedir oportunidades, decir cuán arrepentido se está y suplicar de rodillas, no sirve de mucho cuando nuestras acciones no muestran un verdadero interés por mejorar como personas.
Y tú ¿Alguna vez has dado o te ha tocado pedir una segunda oportunidad? ¿Crees que todos la merezcan en algún momento de debilidad? ¿Qué no estarías dispuesto a perdonar?